La carrera espacial continúa. El Wallywhy 150 es otro ejemplo más de que Wally se adelanta a su tiempo y establece nuevos estándares en el diseño de yates.
El Wallywhy 150 se ha desarrollado con el mismo concepto que el Wallywhy 200 y, de hecho, ambos modelos fueron concebidos al mismo tiempo hace cuatro años.
El Wallywhy 150 ofrece las mismas características de su hermano mayor, pero en un paquete más pequeño, con decisiones de diseño que han creado un yate a motor de 24 metros único y altamente habitable, con espacios interiores y exteriores inigualables, y una distribución sobresaliente.
Hay ciertos atributos clave que definen al Wallywhy 200 y que fueron fundamentales para el diseño del nuevo Wallywhy 150. Un claro ejemplo es la cabina principal en la proa alta a nivel de la cubierta principal que entrega una impresionante vista panorámica de 270 grados. Otro ejemplo es el guiño al concepto de vida de un solo nivel con un extraordinario salón-comedor de dos niveles que conduce directamente a la “playa” de popa.
En la parte superior, hay un salón al aire libre que se extiende por casi toda la longitud del yate; parte solárium, parte sala de relajación, y parte espacio para fiestas, con el distintivo hardtop angular que proporciona sombra y protección contra el clima.
Ante la primera mirada el efecto no solo es inmediato en términos de estética llamativa, inconfundiblemente Wally, sino también en cuanto a la genialidad de los espacios y lo que éstos ofrecen. Esta es la idea tradicional de lo que debería ser un yate: audaz, brillante y completamente práctico para grandes días en el agua con familiares y amigos.
La cabina principal delantera lleva todo lo que ofrece el Wallywhy 200 y lo incorpora en este nuevo modelo con apenas un indicio de compromiso: la cómoda cama doble todavía tiene su espacio alrededor para caminar y aún se beneficia de esa gloriosa vista panorámica; un verdadero anfiteatro acuático para observar el siempre cambiante juego del mar y el cielo.
Abajo, hay opciones para un camarote VIP doble y otro doble para invitados, o dos camarotes VIP. Cualquiera que sea la distribución elegida, la extensión de cristal que envuelve el casco y la superestructura mantiene vistas amplias y abundante luz natural.
De vuelta en la cubierta principal, el interior se divide entre una zona de salón en dos niveles, inferior y superior, con escalones de baja altura que conectan ambas. La distribución estándar sería tener el sofá en el nivel superior y el espacio para la cena en el inferior, pero esto no está grabado en piedra. De hecho, la flexibilidad es clave en Wally y este espacio se presenta casi como un lienzo en blanco para ser configurado de forma original y creativa al igual que la personalización aplicada a materiales y acabados. La filosofía del astillero tiene un lema: dejar que la imaginación de las personas vuele.
Para un yate que sorprende e innova en cada detalle es difícil encontrar puntos destacados, pero la terraza de popa en la cubierta principal es un claro aspirante. “Esa terraza sobre el mar está tan arraigada en el ADN de Wally como la fibra de carbono», asegura Luca Bassani, Fundador y Diseñador Jefe de Wally. La sensación continuada de conexión con el mar es posible gracias a una vista ininterrumpida y un flujo continuo entre el interior y el exterior, algo que en este Wallywhy 150 se expande para ofrecer una experiencia verdaderamente excepcional en el área de los invitados.
En términos de ingeniería, Wally ha podido aprovechar no solo su propia experiencia en el desarrollo de yates de vela y motor ultraligeros y geométricamente complejos, sino también la amplia experiencia del equipo de Ingeniería del Grupo Ferretti. El resultado es definitivamente rupturista, con el casco llevando enormes extensiones de cristal que no solo proporcionan a la suite principal elevada hacia adelante las características ventanas envolventes de proa del Wallywhy, sino que también crean ventanas de una sola pieza y de dos pisos de alto en el salón de dos niveles.
En palabras de Stefano de Vivo, Managing Director de Wally «la estructura tiene que estar muy bien pensada, porque básicamente es una jaula de vidrio, pero también se deben considerar las tuberías y los cables, la canalización del aire acondicionado y otros elementos técnicos que deben incorporarse”.
La realidad es que hay una enorme planificación y diseño de ingeniería involucrados. El Wallywhy 150 utiliza vidrio de un grosor que normalmente se encuentra en yates de 50 o 60 metros, hecho que, si bien le confiere una resistencia excepcional a la estructura, implica un esfuerzo de ingeniería excepcional y no es habitual verlo en un barco de menos de 24 metros.
El Wallywhy 150 no es típico en ningún aspecto. La cabina de popa fluye desde la parte inferior del salón, creando una vasta terraza cubierta al aire libre que fluye ininterrumpidamente desde la parte superior hacia delante, hasta el mar, en la parte posterior. La plataforma de popa hidráulica se puede bajar tanto para lanzar una embarcación como para ser una plataforma de playa y natación sumergida, y el diseño permite no solo llevar una variedad de juguetes acuáticos sino también una embarcación auxiliar de 3.9 metros.
El Wallywhy 150 también ofrece una configuración para cruceros extendidos, con un alcance de alrededor de 400 millas a velocidad de crucero. Impulsado por triples Volvo Penta IPS1350 opcionales, el 150 será capaz de alcanzar una velocidad máxima de 23 nudos, mientras que con los IPS 1200 estándar de Volvo Penta alcanza los 21 nudos. Además, es un barco de un comportamiento excepcional en el mar. Es increíblemente estable y eso se debe en gran parte al diseño del casco, pero también a su construcción que utiliza fibra de carbono en la parte superior para reducir el peso en la altura. Por supuesto, también se ofrece con sistema de estabilización para garantizar comodidad tanto en marcha como en reposo.
La combinación de apariencia vanguardista, espacios asombrosos y un rendimiento admirable explica quizás porqué un concepto como el Wallywhy, que evita lo convencional en la industria náutica, ya cuenta con una creciente base de admiradores.
«La amplitud de la gama Wallywhy ha demostrado ser sorprendente, porque Wally nunca ha sido para todos, no tememos empujar los límites de la función del diseño y siempre llevamos las ideas al extremo», amplía Luca Bassani.»
El Wallywhy 150 es revolucionario y merece ser visto, sentido y experimentado en persona; es muy difícil juzgarlo sin estar a bordo. Los espacios y los volúmenes son increíbles. El salón, por ejemplo, tiene más de 2.5 metros de altura, lo cual es increíble en un barco de 24 metros. Y, además, ese techo está curvado de proa a popa y transversalmente creando un efecto de cúpula; es simplemente increíble.
El yate del futuro ya está aquí.